miércoles, 29 de febrero de 2012

SALIO MILO 6


Tal como lo anhelaban todos los amigos del Círculo Nacionalista de Santiago del Estero, acaba de salir la Edición Nº VI de la Revista MILO.

Con la aparición de este nuevo número se logra un importante objetivo, ya que se cumple con las seis entregas previstas para su primer año de vida.

Desde hace un año los nacionalistas de la provincia, y de toda nuestra patria, tienen una herramienta periodística de excelente calidad y en circulación constante; la cual ha sido sumamente apreciada en todos los ámbitos, no solo por el enfoque con el que se abordan los temas sino por su brillante redacción, en manos de las mejores plumas políticas de Santiago del Estero.

Desde este Blog, la conducción del Partido Fuerza Patriótica hace extensivos los saludos a los integrantes del Círculo Nacionalista de Santiago, deseándole éxitos, y que continúen en esta fructífera labor de esclarecimiento de las principales cuestiones que nos aquejan y las posibles soluciones. Por Dios y la Patria... ¡¡¡FUERZA MILO!!!!

                                                   Dra. Zulma Escobar Gorosito

domingo, 26 de febrero de 2012

LA BANDERA: SÍMBOLO PATRIO


… Hoy es el día de la Bandera y la Bandera es el símbolo de esa realidad que amamos y por la cual rogamos que es la Patria. El símbolo es aquello que representa algo. Es algo que puede ser constituido por los hombres, pero sin embargo es una cosa muy seria. Nos basta pensar solamente que la cruz es una cosa muy seria. Nos basta pensar solamente que la cruz es el símbolo de nuestra Fe cristiana y católica, y nos hace referencia a la tragedia del pecado y al amor inmenso de Cristo que muere en la cruz para salvarnos.La cruz antes de Cristo era un signo de ignominia, era la peor condena que se podía dar a los delincuentes, pero cuando Cristo muere en la cruz cargando sobre sus espaldas nuestros pecados, Cristo muriendo en la cruz nos salva, la cruz se transforma en el símbolo de la salvación. Y cuando nosotros miramos una cruz, a través de ella adoramos a Dios y nosotros hacemos sobre nosotros mismos la Señal de la Santa Cruz. La Cruz es un símbolo y es una cosa seria, es una cosa sagrada, representa a Cristo, la fe de Cristo, nuestra condición de cristianos. La señal del cristiano es la Santa Cruz, aprendíamos en el Catecismo.
Y así como la Cruz es símbolo de la Fe de la Iglesia de Cristo, la Bandera es un símbolo de esa realidad humana que Dios quiso para nosotros que es la Patria. Es un símbolo, y un símbolo que está por encima de cualquier otro símbolo. Muchas veces hemos afirmado aquí que la Patria está por encima de las divisiones de clases y de las divisiones de partidos y de cualquier otra división. Porque el Bien Común de la Patria está por encima, tiene que estar por encima de todos los intereses particulares.
Puede haber símbolos que enfrentan a los hombres, que los distinguen, que los dividen. Los hombres se dividen a veces por banderías políticas y tienen un símbolo que los distingue a veces hasta en el deporte, los colores, el escudo, el distintivo, es un símbolo que está representando a ese club. Pero por encima de los distintos colores de boinas o de distintivos políticos, por encima de las diversas camisetas de los clubes, por encima de todos aquellos símbolos de realidades menores, está la Bandera que es el único símbolo que une a todos los argentinos en una empresa común, en la cual Dios nos quiere. Y esa empresa común es la Patria.
Decíamos que el símbolo es algo que hacen los hombres. Pero los hombres para hacerlo tienen algún motivo, y después ese símbolo que ha sido elegido pudo a lo mejor ser de otro color, de otra forma, pero ese símbolo que ha sido elegido se une a la historia de una Patria. Y van pasando los siglos, los años, va pasando el tiempo y ya no se puede decir de ese símbolo que se puede cambiar, que es sólo un pedazo de trapo, que es algo que podría ser distinto. No. ¿Por qué? Porque cuando ese símbolo ha pasado a ser el distintivo de una Nación y de una historia, ese símbolo de alguna manera está siendo consagrado por los hombres. Por los hombres en el cual mirándolo se reconocen, por los hombres que han derramado su sangre para defender ese símbolo sabiendo que defendían a la Patria, por los hombres que han prestado por generaciones y generaciones el juramento, por los que han sentido un día en su corazón la emoción al ver la Bandera que se iza en la mañana en el patio de la escuela, o en el mástil del cuartel. El símbolo que une a todos los argentinos por encima de cualquier otra cosa, el símbolo, que como decíamos, dependiendo de quienes han derramado su sangre, ya no es algo accidental, ya es algo importante, es algo que va unido de manera profunda a la historia de una Patria.

Las raíces marianas de la Bandera

Y
también decíamos que el símbolo, si bien pudo haber sido de otra manera, sin embargo, los hombres que decidieron elegir ese símbolo, no la hicieron por casualidad. Y aquí hay algo que mira a las raíces más profundas de nuestra Patria y de nuestra Fe. Muchas veces se dice -y lo hemos dicho desde aquí en estas Misas por la Patria- que los colores de nuestra Bandera son los colores del manto de la Virgen. Pero algunos pueden creer que eso es una comparación poética. ¿No es cierto? Lo mismo que lo puede decir una maestra en un colegio: los colores de la Bandera, son los colores del cielo, las nubes blancas, el cielo azul, la nieve de las montañas. Es una hermosa comparación, pero es una comparación poética. Cuando decimos que los colores de la Bandera son los colores del manto de la Virgen, no estamos haciendo solamente una comparación poética, porque los colores de la Bandera argentina son los del manto de la Virgen, no por casualidad sino porque ésa fue la voluntad expresa del creador de nuestra Bandera y así nos lo señala la Historia. Cuando el Rey Carlos III consagra en 1761 España y las Indias a la Inmaculada y proclama a la Virgen como principal Patrona de sus reinos, creó la orden real que se va a llamar «Orden de Carlos III», cuyos Caballeros recibían como condecoración el medallón con la imagen azul y blanca de la Inmaculada, la cual estaba colgada al cuello, pendía del cuello de una cinta. Y el artículo 4º de los Estatutos de la Orden describe esta cinta: las insignias serán una bandera de seda ancha dividida en tres franjas iguales; la del centro blanca y las dos laterales color azul celeste. Los colores de la Inmaculada a la cual el Rey ha consagrado España y las Indias. Esta cinta la usaron los voluntarios que acompañaron a Pueyrredón en 1806 en la lucha contra los invasores ingleses y la llevaban anudada al cuello, como el pañuelo del criollo. Y habían elegido para esa cinta la medida de 38 centímetros que era el alto de la imagen de la Virgen de Luján. Y también, los mismos húsares de Pueyrredón, van a usar esta cinta en 1807 en la defensa de Buenos Aires contra los invasores ingleses. Pueyrredón y Azcuénaga usaban la cinta porque eran Caballeros de la Orden de Carlos III. Belgrano no la usaba porque él era Congresante mariano en las Universidades de Salamanca y de Valladolid. Y al recibirse de abogado, Belgrano juró defender el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, Patrona de las Españas.
Cuando en el año 1794 Belgrano es nombrado Secretario del Consulado, lo puso bajo la protección de Dios y eligió como Patrona a la Inmaculada Virgen María y colocó los colores azul y blanco en el escudo del Consulado que estaba en el frente del edificio.
Cuando emprende la marcha con sus tropas hacia el Paraguay para luchar por nuestra independencia, asiste a Misa con todo su ejército en Luján y pone al ejército bajo la protección de la Virgen.
No es por tanto por casualidad que Belgrano elige el color azul y blanco para dárselo a nuestra Bandera. Y de esto tenemos testimonios bien expresados. José Luis Gamboa, que era miembro del Cabildo de Luján junto con un hermano de Belgrano y que estaba allí cuando Belgrano pasa con sus tropas, escribe: « Al darle Belgrano los colores azul y blanco a la Bandera de la Patria había querido, cediendo a los impulsos de su piedad, honrar a la Pura y Limpia Concepción de María de quien era ardiente devoto, por haberse amparado en su Santuario de Luján». Y el otro testimonio, que es el del Sargento Mayor Carlos Belgrano, hermano de Manuel Belgrano, desde 1812 Comandante Militar de Luján y Presidente del Cabildo de Luján. Y dice Carlos Belgrano: « Mi hermano tomó los colores de la Bandera del manto de la Inmaculada de Luján, de quien era ferviente devoto».
Por eso mismo, el Coronel Domingo French pudo decir en su proclama a las tropas de la Isla de Luján el 25 de septiembre de 1812: «Soldados, somos desde ahora en adelante el Regimiento de la Virgen; jurando nuestras banderas os parecerá que besáis su manto. Al que faltare su palabra, Dios y la Virgen por la Patria se lo demanden».

La Revolución Cultural: antipatriótica


Así nació nuestra Patria argentina. Así nació nuestra Bandera. Esos hombres de Fe, ardientes patriotas y grandes devotos de la Virgen, fueron los que fundaron esta Nación. Y eso es una realidad que nadie puede negar y que nosotros, por Dios y por la Patria, no tenemos derecho a olvidar y no tenemos derecho a traicionar.
Hoy vivimos en nuestra Patria una lucha que quiere destruir todos esos valores y olvidar nuestro pasado. Vivimos una revolución que de alguna manera es más peligrosa que la situación que vivió la Patria hace algunos años, cuando las guerrillas armadas querían apoderarse del poder para imponernos la bandera roja. Es más peligrosa porque mientras los montoneros o el ERP lo hacían empuñando las armas con atentados o crímenes, esta lucha es una lucha disfrazada y sutil. Lo que estamos viviendo hoy es una Revolución Cultural que quiere hacer un hombre nuevo, pero hacerlo desarraigándolo de su pasado, de sus valores, de su Fe, de la Historia. Es lo que se procura desde tantos medios de difusión en este tiempo. Personajes que tienen lugares importantes en la televisión o en la radio. Publicaciones periódicas como Humor, como El Periodista y como otra serie de revistas que hasta me daría vergüenza nombrar delante del Señor porque sería peor que decir malas palabras aquí delante de Él. Personajes que tienen lugares importantes en la formación de nuestra juventud, en la cultura, o que quieren manipular desde posiciones de importancia del Congreso Pedagógico para dar una indicación a nuestros jóvenes, desarraigados de todos los valores tradicionales de la Patria y de la Fe.
Se quiere crear un hombre nuevo sin raíces. Es lo mismo que pasa en todas aquellas cosas que tienden a destruir la familia a través de ese aluvión de inmundicia y de pornografía que tenemos. A través de la Ley de Divorcio que destruye la solidez que debería fundar a la familia. Junto con la Ley de Divorcio se ha aprobado la liberación de los anticonceptivos, y hay quienes ya están pensando en una nueva ley que sirva para aprobar el aborto, lo que afecta a la familia hasta en sus mismas raíces. Mañana es también el Día del Padre. ¿Qué podemos pensar de aquél que no tiene respeto por sus padres? De aquél que se avergüenza de su apellido. De aquellas familias que quieren fundarse no sobre la roca sólida de un amor definitivo y de una palabra que vale para siempre, sino sobre la arena movediza de las pasiones humanas. ¿Qué podemos pensar de aquellos que rechazan la vida? Dios perdona siempre, los hombres algunas veces perdonamos, pero la naturaleza no perdona nunca. Y cuando el egoísmo en una familia sin arraigo rechaza la vida, esa vida de alguna manera se venga. Y es lo que vemos en estos tiempos: los padres que no quieren hijos, o que no quieren hacerse responsables de los hijos, y que después se encuentran en la vejez, con que los hijos rechazan a sus padres. Y por eso nuestro tiempo, es el tiempo de las clínicas abortistas y es el tiempo de los asilos para ancianos. La vida, la naturaleza, se venga. El que ha sido egoísta con la vida que nace se va a encontrar después con el egoísmo que rechaza a la vida que declina. Y en lugar del respeto por los ancianos, el olvido, el abandono, y el desprecio.
Por eso en las naciones donde ya se ha aprobado la Ley del Aborto, se empieza a discutir una Ley de Eutanasia. Para la desaparición, para la eliminación. Si miramos con un criterio materialista, con un criterio que no sea un criterio de Fe, ni siquiera un criterio íntegramente humano, con un criterio por el respeto a la vida, por cierto hay que eliminar a los viejos y a los niños porque ninguno de los dos produce. Esa es la mentalidad egoísta.
Pero donde se toca a la familia se crea una situación de desarraigo. Aquí desde el Altar hemos señalado también el año pasado que el Papa Juan Pablo II nos da un ejemplo de amor profundo a su Patria polaca, y él decía en el Mensaje a los jóvenes del Año de la Juventud cómo el amor a la familia o el arraigo de la familia nace también del amor y nace del arraigo de la Patria. Porque la Patria es como una prolongación de la familia, es como una familia grande, porque la Patria es mi familia y son también todas aquellas otras familias que están ligadas a la mía por lazos de historia común, de tradición, de cultura, de lengua, de Fe. Entonces cuando se afecta a la familia, cuando se hiere a la familia, se está hiriendo a la Patria en sus mismas raíces, en sus células fundamentales.
¿Qué podemos pensar de aquél que se avergüenza de sus padres, de una familia que rechaza la vida? Es negro el futuro de esa familia. Y lo mismo podemos decir: ¿qué podemos pensar de una Patria que quiere renegar de sus orígenes? Pero no podrán hacerlo. Porque esto que decimos, esta referencia que hacíamos al espíritu, al alma de los próceres que hicieron la Patria, San Martín, Belgrano… Esa es la realidad de nuestra Argentina y estos ideólogos extranjerizantes, estos ideólogos sin Patria que quieren desarraigar esto del alma de los argentinos, no podrán conseguirlo. Nuestra Patria está hecha así, nuestra Patria nació así. Esa es la realidad de nuestra Patria.
Los señores laicistas que quieren arrojar a Dios de las escuelas, desde hace más de cien años trabajan para eso, los que quieren arrancar el Crucifijo de las escuelas, tendrán también que arrancar los retratos de San Martín y los retratos de Belgrano, que son los primeros que tenían el Crucifijo y la enseñanza de la Fe en las escuelas. Los que no quieren que en las escuelas se enseñe a conocer a Dios, se enseñe el Catecismo, tendrían que prohibir que en las escuelas se enseñe el Martín Fierro, la obra más grande de nuestra literatura porque en el Martín Fierro se refleja la Fe de nuestros criollos, se refleja la Fe de nuestros gauchos. Los que quieren arrancar en la reforma constitucional los tímidos rasgos o afirmaciones de catolicismo que tiene nuestra Constitución argentina, tendrían que cambiar también los colores de nuestra Bandera, porque son los colores del manto de la Virgen por la voluntad de su creador, el general Belgrano.
Pero si una familia que olvida sus raíces, sus orígenes, si un hijo que reniega de sus padres y de lo que ha recibido de sus padres, un hijo que se avergüenza de sus padres, tiene un negro futuro, también es negro el futuro de una nación que reniega de los orígenes y del espíritu de aquellos que la fundaron y del espíritu con el cual la quisieron y con el cual la fundaron.

Defender el manto de la Inmaculada

Por
eso, tenemos motivos para rezar al Señor por esa Patria y en este día de la Bandera. Pero la oración tiene que darnos fuerza para cumplir con nuestro deber en la familia, en la escuela. Pero el testimonio, cualquiera que sea el lugar donde Dios nos pide que demos testimonio, digámoslo con las palabras del mismo General Belgrano: «La Patria está en peligro inminente de sucumbir. Vamos pues soldados a defenderla. Veis en mi mano la Bandera Nacional que os distingue de las demás naciones del globo. No olvidéis jamás que vuestra obra viene de Dios. Que Él os ha concedido esta Bandera y que nos manda que la sostengamos con el honor que le corresponde. Jurad no abandonarla. Jurad sostenerla para arrollar a nuestros enemigos. Nuestra sangre derramaremos por esta bandera».
Y para terminar, expresando este espíritu poéticamente digamos:
«La Bandera es ese paño que simboliza la Patria,
y es el manto de la Virgen, Patrona de toda hazaña,
que por eso fue creada de color azul y blanca.
Cuando hizo falta una enseña justo previo a la batalla,
la que resistió al demonio en las selvas tucumanas,
la que envolvió al camarada en ese último viaje,
hacia las mismas entrañas de la tierra americana,
la que ha tremolado al viento sobre tantas mentes claras,
defendiendo a la Nación de invasores de otras playas.
La que llena de crespones mordiendo penas y lágrimas,
Cada 2 de abril recuerda su gesta contemporánea.
Cuando jures la Bandera y te acerques a besarla,
Piensa que pones los labios en el rostro de la Patria.
Será el gesto más puro, la caricia más honrada,
Porque al besar la Bandera, besas la Argentina amada.
Entre sus pliegues de seda se quedarán tus palabras,
para que el Señor te premie si las cumples y las guardas.
Y si al fin mueres por ella, ella será tu mortaja.
Tu cuerpo descansará en los brazos de la Patria,
porque te juro hijo mío, Argentina está completa
en la enseña azul y blanca».

Como en la familia podemos decir que el hombre no separe lo que Dios ha unido, podemos decirlo también de nuestra Patria. Que nadie se atreva a separar a aquellos que están unidos desde el principio de nuestra Historia. El amor a la Patria en la Bandera y el amor de Dios en los colores del manto de nuestra Virgen Inmaculada.

                                              
P. Alberto Ignacio Ezcurra


(Misa por la Patria. Sermón pronunciado en San Rafael, Mendoza, en la Parroquia Nuestra Señora de Luján, un 20 de junio, conmemorando también el Corpus Christi).


martes, 21 de febrero de 2012

LA POLITICA DEL TERO


La impostura es una de las características más notables del kirchnerismo. El impostor engaña con una verdad aparente y simula ser lo que en realidad no es. 
En eso justamente consiste la política de los Kirchner; en fingir que defienden causas que en verdad no les interesan en si mismas sino en cuanto les sirven para obtener y conservar poder.
Una de sus imposturas favoritas es la defensa de lo “nacional”, lo cual debería incluir obviamente la conservación de los recursos naturales con los que cuenta el país.
Sin embargo, eh aquí que en estos últimos días, las manifestaciones en contra de la explotación de los yacimientos de Famatina, pusieron en el tapete esta cuestión, y dejaron en evidencia que el descomunal saqueo de nuestros minerales, llevado a cabo por empresas multinacionales, cuenta con la complicidad y la anuencia del gobierno.
En realidad este es un problema que viene de tiempo atrás. Ya el menemismo, con la reforma de la Constitución y el traspaso de la propiedad del subsuelo a las provincias, le allanó el camino a las empresas mineras y petroleras para que comenzaran a operar en nuestro país en detrimento de nuestros intereses.
El kirchnerismo -cómplice por entonces-, una vez a cargo del Ejecutivo nacional continúo en la misma senda otorgándole beneficios impositivos insólitos y ventajas inadmisibles a las multinacionales depredadoras.
 Tanto menemistas como kircheneristas se olvidaron que la Constitución del año 49 establecía que los minerales, el petróleo, el gas, y demás fuentes de energía, eran propiedad inalienable e imprescriptible de la Nación. Este “olvido” en común no es un dato menor, es la prueba que deja al descubierto una fundamental coincidencia entre ambos “modelos” económicos.
Es por ello que el gobierno recurrió a la clásica política del tero. Es decir imitó a esta picara ave que chilla en un lugar en donde no tiene sus huevos y simula defender un nido inexistente para confundir a sus enemigos.
En efecto, ante el problema real y urgente del saqueo de nuestras riquezas mineras, la presidente lanzó una cortina de humo: la supuesta defensa de nuestros derechos en Malvinas y la publicación del Informe Rattenbach.
Este gobierno, que terminó de desmantelar nuestra Fuerzas Armadas, pretende ahora hacernos creer que tiene algún propósito real de recuperar nuestra soberanía en las islas usurpadas por Inglaterra. 
Nadie que tenga un mínimo de conocimiento de cómo funciona el mundo puede creer que una potencia imperialista va a ceder gratuitamente algo valioso a un país débil como el nuestro. En política nadie negocia con los débiles. Cualquier reclamo de soberanía sin una fuerza que nos respalde, sin un poder militar minimamente respetable, carece de efectos; y proviniendo de quienes hacen de la entrega de nuestro patrimonio una política de estado, no es mas que pura retórica e hipocresía.
Por otro lado la supuesta “malvinizacion” que algunos creen ver a raíz de la eclosión del tema, es todo lo contrario.
Justamente ¿Qué sentido tiene exhumar el Informe Rattenbach, sino el de fomentar un complejo de inferioridad frente a la pérfida Albion? ¿No es acaso eso una forma sutil pero muy eficaz de desmalvinizar? ¿No responde ello a las órdenes de los imperialistas de condenar a quienes –bien o mal- se atrevieron a hacer algo concreto para recuperar nuestras islas?
El informe Rattembach, que ya fue ampliamente difundido durante el gobierno del finado Alfonsin, fue por entonces una de las herramientas que utilizó ese nefasto presidente para desmalvinizar al pueblo argentino. Este documento elaborado por un militar  liberal y masón esta plagado de chismes de cuartel y de información que -mas allá de su valor técnico- lo que pretende hacer es poner en el tapete los errores y las miserias, para esconder todo el heroísmo, el sacrificio, la abnegación y la nobleza que demostraron nuestros héroes en la batalla aun inconclusa por recuperar lo nuestro.
En ese sentido el Informe es perfectamente funcional a los intereses del enemigo imperialista y viene como anillo al dedo a la política antimilitar del gobierno.
El discurso que hizo Cristina Fernandez Kirchner, anunciando su publicación no deja lugar a dudas sobre ello.
Sus palabras fueron un total repudio a la operación del 2 de abril. Al mejor estilo del canalla de Alfonsin, que llamó “carro atmosférico” a aquel hecho glorioso, sentenció que “ningún acto de la dictadura podía ser revalorizado ni relegitimado”. Como si para defender a la Patria fuera condición necesaria antes haber sido consagrado por el sufragio universal.
Del mismo modo, y sin temor a dejar de lado su devoción por lo “popular”, descalificó con desden el masivo apoyo del pueblo a dicha gesta; queriendo borrar la realidad histórica de que la Argentina en aquellas jornadas se encontró a si  misma y recuperó su vocación nacional.
En definitiva, sus dichos no fueron más que declamaciones estériles. En ellos no hay nada que implique una medida  eficaz en defensa de nuestros derechos; y por supuesto nada que roce siquiera los intereses económicos y financieros de los piratas.
De modo pues que doña Cristina Wilhelm de Kirchner, al igual que todos aquellos que se aprovechan de esta democracia nacida de la derrota de Malvinas, no tiene ninguna voluntad real de recuperar nuestras islas. No hace ella más que cumplir a rajatabla con lo impuesto por los vencedores de aquella contienda. Es decir continuar con el proceso de desmalvinizacion y denostar la gesta del dos de abril para que nunca más nos atrevamos a reclamar con hechos concretos lo que nos pertenece como nación.
Nosotros en tanto, como lo venimos haciendo desde siempre, seguiremos diciendo: Argentinos, cada día debe ser un dos de abril, cada día la Patria nos convoca, cada día amanece pidiendo reconquista.

                                   Dr. Edgardo Atilio Moreno



domingo, 12 de febrero de 2012

MILITANCIA CALLEJERA

La aparición de la revista “Milo”, que edita el Círculo Nacionalista de Santiago del Estero, motivó a que periódicamente los jóvenes militantes del partido Fuerza Patriótica salgan a la calle a vender y difundir esta publicación que es un orgullo para los nacionalistas santiagueños.


En esta tarea de difusión se ha podido constatar que en general el pueblo aun sigue mirando con simpatía todo lo relacionado con el nacionalismo. Salvo por supuesto aquellas personas directamente vinculadas a los partidos del Sistema, especialmente los elementos izquierdistas que se creen los únicos dueños de la calle.


Fuerza Patriótica es un partido anti-sistema con vocación movimientista, y en ese sentido colabora con sumo agrado en la tarea cultural que emprendieron nuestros camaradas editores de “Milo”.


Convencidos de que “Solo el nacionalismo salvara a la Patria”, y lejos de toda mentalidad meramente electoralista, los militantes de Fuerza Patriotica no cejaran en su empeño por difundir el ideario nacionalista en todo tiempo y lugar.

jueves, 9 de febrero de 2012

MALVINAS: ENTRE EL ASCO Y LA RISA

Es lo que produce leer hoy los diarios sobre la payasada kirnerista del martes cuando la Presidenta anunció con bombos y platillos la difusión del denominado Informe Rattenbach sobre la actuación política y militar durante la guerra de Malvinas, gesta a la que repudió diciendo que la Argentina no tenia nada que ver con la guerra, tratando grotescamente de desconocer la continuidad jurídica del Estado en nombre lógicamente de la democracia. Para mayor escarnio el informe mencionado ha sido publicado por diferentes organismos y es conocido integramente por la Justicia que le cupo juzgar en su momento a la conducción de las FFAA en referencia al tema de la guerra en el Atlantico Sud.
La única finalidad que se persigue con este anuncio ridículo es continuar oradando el casi inexistente aparato de defensa de Argentina e indirectamente el poco espíritu patriótico que aun queda a los argentinos, achacando a las FFAA la supuesta falta de profesionalidad renovando el alegato sensiblero del progresismo que nos habla de los pobres chicos obligados a participar en una guerra demencial. Sostener como lo hacen algunos imbéciles que los héroes de guerra no son tales sino  victimas de la Dictadura. O difundir como  algunos agentes rentados del poder mediatico asiduamente leídos por la derecha gorila, que consideran a esta gesta una guerra criminal, inservible y equivocada. Lógicamente la partidocracia y su aparato de propaganda siempre apostó a la derrota argentina.
Sacarán nuevamente a la luz cosas que son archi sabidas como si fueran descubrimientos recientes. La memoria de la gente es frágil La misma técnica que utilizan con el tema de los 30.000 desaparecidos, en el cual de tiempo en tiempo   exhuman y repiten cosas y hechos ya conocidos como si los mismos fueran novedades o hechos nuevos. Usar el pasado para justificar u obtener algún rédito en el presente.
Con esto del informe Rattembach solo se pretende renunciar de ante mano a utilizar la fuerza e indirectamente justificar por que no nos rearmamos: las FFAA  serían genocidas y profesionalmente ineptas, según la óptica establecida por el Sistema desde 1983 y llevada al paroxismo por el gobierno de los Kirchner. Después que nos cuenten que este Régimen y sus mas conspicuos personajes, no son engranajes de una maquinaria que trabaja para los británicos en especial y en general para el Poder Mundial. Todo el bloque que constituye el Sistema estuvo firme avalando la pantomima presidencial.
La parte graciosa le cupo ayer al ministro de Defensa quien advirtió a los británicos que si vienen al continente nos íbamos a defender. Aquí nos preguntamos con que lo haríamos si con un piquete de Dhelia, una puteada de Hebe de Bonafini o si les tiraríamos a los ingleses con la estatua de Kirchner (con la cara convenientemente tapada para que después no nos acusen de usar armas de destrucción masiva).
Finalmente lo mas visto (y festejado) por el común de la gente fue el saludo de un grupo de ex combatientes al legislador oficialista Diaz Bancalari que decía a las claras lo que estos hombres opinaban del anuncio presidencial y de partidocratas saltimbanqui como este.
En fin una nueva chafa kirchnerista. Un nuevo motivo de indignación. Los británicos fuman...

Tomado de:  http://redpatrioticargentina.blogspot.com/