jueves, 27 de septiembre de 2012

La reforma del Código Civil y el plan de reingeniería social en Argentina

En su habitual intervención en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, que se emite por América TV, Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata , reflexionó sobre algunos puntos fundamentales del Anteproyecto de Reforma del Código Civil, “que implican alteraciones muy graves contra la constitución de la familia y la dignidad de la vida humana”.

El prelado platense destacó que en la reforma que el Ejecutivo envió al Congreso, los embriones que son concebidos mediante técnicas de procreación artificial “no son reconocidos como seres humanos” si no son implantados en el útero de una mujer, lo que da pie a “que se haga con ellos cualquier cosa”. Entre los agravantes contemplados en la proyectada reforma mencionó: la eliminación de embriones, el alquiler de vientres, la donación de gametos, la inseminación “post mortem” y la homoparentalidad (un niño con dos papás o dos mamás).

Entre los ataques a la familia resaltó la banalización del matrimonio: el “divorcio express”, la eliminación del deber de fidelidad entre los cónyuges y la creación de las llamadas ‘uniones convivenciales’ para los que no quieren casarse.

Denunció finalmente que “lo que se está proponiendo, es una nueva estructura de la sociedad argentina en sus realidades esenciales”.

A continuación, el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:

“Hace un par de semanas fue presentado el anteproyecto de reforma del Código Civil de la Nación, un volumen de 793 páginas. La noticia no tuvo una repercusión popular muy amplia, como tuvieron otros anuncios recientes, y, sin embargo, aquí se juega, de algún modo, el futuro de la sociedad argentina y su estructura fundamental”.

“He tomado alguno de los temas de este anteproyecto que me parecen fundamentales, que implican alteraciones muy graves contra la constitución de la familia y la dignidad de la vida humana”.

“Comencemos por lo que se refiere a la vida, el inicio de la vida. El anteproyecto modifica la redacción actual del Código Civil y establece lo siguiente: “La existencia de la persona humana comienza con la concepción en el cuerpo de la mujer o la implantación en ella del embrión formado mediante técnicas de reproducción humana asistida”.

Se establece en ese texto una diferencia injustificable desde el punto de vista científico; se reconoce como persona humana desde el momento de la concepción aquella que es engendrada en el cuerpo de la mujer, pero no la que inicia su trayecto vital en una probeta. Ésta sólo sería persona a partir de su implantación en el seno que la reciba.

“Quiere decir que con los embriones que son el resultado de un proceso que en el anteproyecto se llama reproducción humana asistida, y que mejor debiera llamarse procreación artificial, se puede hacer cualquier cosa. Los embriones no implantados no son reconocidos como seres humanos. Esta aberración tendrá consecuencias gravísimas, que ustedes pueden imaginar”.

“Otra alteración del orden natural, en la misma línea: se legaliza lo que se llama alquiler de vientres, o la maternidad subrogada. Con esta disposición se altera completamente la situación que corresponde a la concepción y nacimiento de un nuevo ser humano. La aprobación de las técnicas de procreación artificial legalizan la gestación por sustitución, con lo cual se introduce la confusión en la realidad entrañable de la maternidad ¿a quién deberá reconocer por madre el niño que es fruto de tal experimento?”.

“El mismo juicio negativo debemos pronunciar a la confirmación de una práctica que se viene realizando y que ha sido autorizada por ley de las técnicas de procreación artificial; el Código incluirá la donación de gametos. ¿Qué quedará de la identidad biológica del ser humano? Todo niño tiene derecho a saber quién es su padre y quién es su madre, también en el orden biológico. Pero aquí se abre la posibilidad de eliminación de embriones por distintos motivos, por ejemplo porque se presupone que van a tener alguna discapacidad que lo limite. O se los congelará, o se los podrá descartar si se considera que sobran. Esto es gravísimo, es una manipulación intolerable de las fuentes de la vida. Otra aberración es permitir la inseminación post mortem”.

“También se legaliza lo que se llama homoparentalidad. Quiere decir que un niño podrá tener dos papás o dos mamás. Esto es una consecuencia de esa ley inicua que, el año pasado, alteró la naturaleza misma del matrimonio”.

“Respecto de la familia hay también cosas lamentables. Por ejemplo, la eliminación del deber de fidelidad en el matrimonio, que es un elemento fundamental; ya no será un deber guardar fidelidad y, consiguientemente, entonces, ya no habrá atribución de culpa en el caso de adulterio.”.

“Por otra parte, en el anteproyecto se banaliza además del matrimonio, el divorcio, que pasa a ser lo que se llama ‘divorcio express’. El trámite va a durar una semana. En una semana se podrá liquidar la realidad del matrimonio”.

“Se crean las figuras de ‘uniones convivenciales’ para las parejas no casadas. Quiere decir que será lo mismo casarse que no casarse.”.

“Estas reformas no tienen por ahora una repercusión popular, pero las consecuencias a la larga serán tremendas sobre todo teniendo en cuenta que el Código Civil Argentino era un modelo de orden jurídico fundado en la naturaleza de las cosas. La obra de Dalmacio Vélez Sarsfield, además, fue prolongada y completada por tantos estudiosos, por famosos civilistas, que han honrado al Derecho Argentino”.

“Todo eso quedará arrumbado entre objetos sin interés, sin valor”.

“Aquí lo que se está proponiendo, es una nueva estructura de la sociedad argentina en sus realidades esenciales. ¡Y esto sí que es un problema serio y que tiene que ser objeto de debate!”.

“Es de esperar que haya, un debate serio en el Congreso de la Nación. Espero también que haya muchas consultas antes, a todas las instituciones de la sociedad que pueden opinar sobre esto. Hay mucha gente todavía que reconoce lo fundamental de la estructura social y el valor de la familia y la intangibilidad de la vida humana”.

Fuente: http://www.notivida.com.ar/

jueves, 20 de septiembre de 2012

MARCHAS

Por: Guillermo Rojas

Esperé varios días para analizar las consecuencias de la gran movilización de gente realizada contra el kirchnerismo, en base a los llamados de las redes sociales de Internet, más que nada para observar las diversas reacciones que se produjeran en el escenario político nacional.

Ocurrió lo que ya se perfilaba. El gobierno la observó y la criticó con esa mezcla desdeñosa de resentimiento social y soberbia a la que nos tiene acostumbrados, pero no se le dio por iniciar una contramanifestación. Hábilmente se dio cuenta que estas marchas no son en si, para ellos peligrosas, por la misma razón que, segun nuestra opinión, son una vía muerta si se pretende que el gobierno cambie de tesitura o que caiga o lo que sería ilusorio que el Sistema colapse.

La oposición partidocrática, totalmente desorientada o cómplice del kirchnerismo se limitó a mirar y evaluar cómo sacar partido del suceso, lo cual es sumamente difícil que lo logre dados los niveles de desorganización y descrédito que lleva sobre sus espaldas, ganado a fuerza de ausencia de eventuales propuestas viables de alternativa a este estado de cosas.

Estas manifestaciones de descontento popular tienen ingredientes suficientes para ser por ahora, nada más que una catarsis dentro del Sistema que solamente lo descomprime temporariamente. El mismo Régimen las gobierna por los medios tecnológicos y periodísticos que le son propios, lo que las hace completamente inocuas para él mismo. Aunque suelen ser vehículos eventuales, cuando se dan las condiciones necesarias, de cambio dentro del Sistema. Le lavan la cara como antes hacían los golpes militares. Cambio para que todo siga igual.

Podríamos decir también que este tipo de manifestaciones son similares a las que se produjeran en el 2001 aquí, cuyas consecuencias en términos de verdadera liberación del yugo que atenaza a la Patria, fueran absolutamente nulas por iguales defectos. Similares también a las que se verificaran en los países árabes hace muy poco con suerte diversa; se caracterizan por lo siguiente:

1.- Carecen de una conducción política unificada que las haga ver ante la población como algo organizado y con un objetivo predeterminado sea este cual fuere. Quienes convocan son desconocidos. Las consignas las impone y difunde cualquiera.

2.- Dichas consignas de movilización son las más disimiles, lo que las hace anárquicas en su finalidad. Eran cientos las consignas (algunas atitéticas en si) que se barajaban: desde la caída lisa y llana del gobierno a la defensa de la constitución y el estado de derecho, hasta la liberación del dólar pasando por el freno a la delincuencia, el auge de la droga, el aborto y cualquier otra que anduviera dando vueltas por allí.

3.- Como entidad política carecen de un proyecto unificador a largo plazo o un proyecto ideológico-político y de un puntual proyecto programático que las unifique en un conjunto de consignas concordantes y coherentes.

4.- Aquellos que concurren son una Babel política. Va gente para la cual el gobierno, o sea el enemigo que está en frente, es fascista y otra gente para el cual el kirchnerismo es comunista. A pesar que en el imaginario colectivo de lo políticamente correcto son la misma cosa, la realidad nos dice que no es así. Vaya esto solamente como un ejemplo de la confusión reinante.

5.- Por lo demás las consignas mencionadas son propias del Sistema. Pretenden el “mejoramiento”, una “mayor calidad institucional” del mismo “más seguridad”, “mayor liberad económica” etc. Muchos de esos pedidos curiosamente son de imposible cumplimiento dentro del Régimen.

6.- El componente burgués (en el sentido que lo entendemos nosotros) mayoritario de estas movilizaciones las hace chirles, sin una gota de mística patriótica, las hace impermeable al planteo radical de acabar con el Régimen.

Por ello es dable sospechar que, usando términos de la calle, “no va a pasar nada” políticamente hablando, salvo que se subsanaran los defectos mencionados, algo prácticamente imposible por lo ya reseñado, o que alguien pusiera el ingrediente del muerto necesario, con lo cual la cosa cambiaría cualitativamente y el gobierno se encontraría en un aprieto luchando por subsistir en un ambiente de caos y reclamo enfurecido. En tanto ello no ocurra Cristina y el Sistema fuman.


Tomado de:  http://redpatrioticargentina.blogspot.com.ar/

miércoles, 12 de septiembre de 2012

HOMENAJE AL CORONEL SEINELDIN

 Al cumplirse el pasado 2 de septiembre, el 3er aniversario de la muerte del Coronel Mohamed Ali Seineldin, se realizaron en nuestra provincia una serie de actos tendientes a recordar la memoria de este destacado militar.
Los mismos fueron organizados por la Comisión de Homenaje Permanente a Seineldin, que presiden los camaradas Eduardo Allub y Luís Razzolini.
Estos actos contaron con la presencia del militar mas condecorado en Malvinas, el mayor (RE) don Jorge Visozo Posse, invitado especialmente para tales efectos.
Como previa a los homenajes el día 1 de septiembre el mayor Visozo Posse dio una emotiva charla sobre distintos aspectos de la guerra de Malvinas, la cual fue seguida con gran interés por la concurrencia.
Al día siguiente se realizó una misa para rogar por el eterno descanso del coronel Seineldin; al cabo de la misma los participantes se trasladaron hasta el monumento que recuerda a los caídos en el conflicto de 1982; allí el camarada Razzolini pronunció una vibrante arenga, y el mayor Posse deposito una ofrenda floral en homenaje al coronel Seineldin y a todos los caídos.
La jornada culminó con un almuerzo de camaradería que se llevo a cabo en la finca en la que solía descansar nuestro querido coronel cada vez que visitaba esta provincia.
Fuerza Patriótica -que representada por sus principales dirigentes participó de dichos actos-, felicita a los miembros de la Comisión de Homenaje Permanente a Seineldin por la tarea realizada.

jueves, 6 de septiembre de 2012

BREVES REFLEXIONES SOBRE NUESTRA LUCHA

A mis camaradas del Nacionalismo argentino.

Si nos preguntamos por qué luchamos los que nos llamamos con orgullo nacionalistas, la respuesta, unánime, sin dudas, será por el Reinado de Nuestro Señor Jesucristo en la Patria; para que esta Argentina que se encuentra hace décadas postrada y sometida sea una Nación puesta de pie.

Pero, ¿cómo encaramos nuestro combate? Porque si creemos que éste es meramente exterior, me anticipo a decir que estamos perdidos. Todos anhelamos que Cristo reine en la Patria, en la familia y en todo el mundo pero primero debe reinar en nuestras almas. ¿Por qué? Porque se equivocan fiero los que creen que con el combate externo es suficiente. Los que crean esto, lamentablemente, en su interior ya están derrotados, y no se encuentran en condiciones de librar ese combate. Ya lo decía Codreanu cuando señalaba: “Nuestro país se muere, nuestro país se ahoga, no por falta de programas sino por falta de hombres y lo que hay que crear son hombres, hombres nuevos, no programas nuevos”.

Recordemos también que los musulmanes hacen un distingo muy importante en lo que a la Yhihad concierne. Para ellos existe una pequeña y una gran guerra santa. La pequeña guerra santa viene a ser la conquista de todo lo terrenal y la gran guerra santa es la que se lleva a cabo en el interior de cada guerrero de Alá. Ellos lo tienen muy en claro. ¿Nosotros los nacionalistas?

Si procuramos, como debe ser, una transformación profunda, completa, revolucionaria de esta sociedad en crisis, debemos abocarnos a una conversión interior en nosotros mismos. Y esta ascesis que es dura y sacrificada, es necesaria, urgente e imperiosa.

Nuestro admirado y recordado maestro, el P. Alberto Ezcurra nos lo enseñó con la palabra y con el ejemplo: “El nacionalista que ve sólo la realidad material de la patria y que olvida la realidad del espíritu tiene abierto el camino para cualquier desviación, puede terminar su camino en el marxismo o en la delincuencia común, tenemos muchos ejemplos. No se puede encarar la lucha por la Patria, la lucha por la Nación, olvidando la lucha por Dios, así como no se puede encarar la lucha por Dios desencarnada, desarraigada, lejos de esta realidad terrenal humana que tenemos que defender. Ese espiritualismo abstracto y desencarnado puede llevar por otros caminos”. Y no seamos tan necios y soberbios de creer que a nosotros no nos puede llegar a ocurrir tal desgracia.

Jordán Bruno Genta, el Gran Camarada, nos dejó una sabia lección que debemos encarnarla y no repetirla mecánicamente: “El Nacionalismo argentino necesita que la Patria sea amada y servida en Cristo, por todos aquellos que abracen su causa y sean capaces del sentido heroico de la vida. Tan sólo investidos con la fuerza de Cristo y de María, será posible enfrentar y vencer a las legiones del Padre de la Mentira que están arrasando las Naciones con el poder del dinero y el poder de la Subversión”.

En nuestra Patria está ocurriendo que el pueblo ha sido arrastrado por sus gobernantes a la corrupción y el espíritu de la Nación ha sido prostituido por la degradación de sus jefes y responsables. Codreanu, el Capitán, nos dice entonces que “no queda para la reconquista otro camino que el de la Cruz y el del Martirio. Para las naciones, como para los hombres, el camino de la Resurrección debe pasar por el Calvario”. Si esto no lo vemos con claridad, no se ha entendido absolutamente nada y todo lo que hagamos será estéril.

El martirio se manifiesta, en el cristiano, en una triple proyección: el de la palabra, el de la conducta y el de la sangre. Consecuentemente, debemos ser testigos de Cristo con nuestra palabra. ¿Cómo? Sencillamente no siendo cómplices de la mentira o del error, llamando a las cosas por su nombre, hablando claramente con el “sí, sí; no, no” que el mismo Jesucristo enseñara. Y ese testimonio de la palabra tiene que estar apoyado en el de la conducta, en el ejemplo, en una recta elección de vida, siendo coherentes con nuestra fe, capaces de nadar incluso contra la corriente sin temor a las borrascas y tempestades que implican el enfrentar las falacias de esta tan mentada posmodernidad.

Hasta aquí estos dos testimonios revisten un carácter ordinario, pero resta uno, el de la sangre, que es extraordinario. Y precisamente por estar revestido de esa naturaleza excepcional, queda reservado solo para algunos, por lo que no sabemos si Dios nos lo pedirá, tanto como tenemos la certeza de que sí nos reclama el de los otros dos.

Aunque esa entrega suprema supone el dar la vida misma por Dios y por la Patria, concretando el máximo acto de la Caridad (“Nadie tiene mayor amor que aquel que da la vida por sus amigos” – Jn. 15, 13); también podemos afirmar que implica la culminación de una secuencia cotidiana en el testimonio, plasmada en la fidelidad de cada día cumpliendo con los deberes del propio estado (con la Patria, con la familia, el trabajo, el estudio, el apostolado, etc), porque todo esto supone un acto de verdadero heroísmo, atento a este particular tiempo de apostasía.

Claro que siempre debe estar en nuestra alma la natural disposición a la dación suprema, con prescindencia de que Dios nos la pida, pues lo trascendente radica justamente en esa disponibilidad constante a ofrecernos en una entrega total, según la Divina Voluntad. Podrá parecer que tal actitud no es martirio en el sentido estricto de la palabra, pero lo es. Debemos pedir a Nuestro Señor que nos ayude a ser siempre fieles a ese testimonio silencioso, constante, difícil, incomprendido y heroico.

Que el Señor nos conceda la gracia de permanecer fieles en el Buen Combate, de tener el alma preparada y, si llegado el caso, no nos permiten siquiera morir por la Patria, seamos capaces de morir con la Patria.  

                                                     Daniel Omar González Céspedes